Los accesos directos de escritorio son un elemento básico de la interfaz de Windows. A pesar del cambio a mosaicos en vivo del menú Inicio con Windows 8 y Windows 10, los íconos del escritorio siguen siendo una alternativa más simple y que distrae menos. En esta guía, le mostraremos diferentes enfoques para crear y organizar sus accesos directos.
En general, la forma más rápida de crear un nuevo acceso directo es haciendo clic derecho en un archivo, carpeta o programa y arrastrándolo sobre su escritorio. Haga clic en «Crear acceso directo» en el menú contextual para agregar un enlace al escritorio.
También puede hacer clic con el botón derecho en su escritorio y elegir Nuevo > Acceso directo. Deberá elegir un elemento para vincularlo desde su PC. Esto podría ser un archivo, una carpeta o un programa. Un método alternativo es hacer clic con el botón derecho en un elemento en el Explorador de archivos y elegir Enviar a > Escritorio (crear acceso directo).
También puede crear accesos directos a aplicaciones de Microsoft Store. Para hacer esto, abra su menú Inicio y busque la aplicación para vincular. Arrástrelo desde el menú hasta su escritorio para crear el acceso directo.
Con sus accesos directos creados, ahora puede personalizar cómo se muestran. Si lo desea, puede reorganizarlos manualmente en un diseño único. Sin embargo, Windows tiene opciones de clasificación integradas que pueden automatizar el proceso. Haga clic derecho en su escritorio y haga clic en «Ordenar por» para reorganizar sus iconos.
El submenú «Ver» también alberga algunas opciones útiles. Puede cambiar el tamaño de los iconos de su escritorio u optar por ocultarlos por completo, despejando su escritorio. Otras configuraciones le permiten eliminar la cuadrícula de iconos ocultos, lo que permite un posicionamiento de forma libre real, o organizar automáticamente los iconos en un diseño ordenado. Experimente para crear un escritorio que funcione para usted.